El niño empezó a treparse por el corpachón de su padre,
que estaba amodorrado en la butaca, en medio de la gran siesta, en medio del
gran patio. Al sentirlo, el padre, sin abrir los ojos y sotorriéndose, se puso
todo duro para ofrecer al juego del hijo una solidez de montaña. Y el niño lo
fue escalando: se apoyaba en las estribaciones de las piernas, en el talud del
pecho, en los brazos, en los hombros, inmóviles como rocas. Cuando llegó a la
cima nevada de la cabeza, el niño no vio a nadie. -¡Papá, papá! -llamó a punto de llorar. Un viento frío soplaba allá en lo alto, y el niño, hundido en la nieve, quería caminar y no podía. -¡Papá, papá! El niño se echó a llorar, solo sobre el desolado pico de la montaña. *En "El gato de Chesire". |
03 agosto 2011
"La montaña" de Enrique Anderson Imbert
Publicado por
Jesus Esnaola
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Jesus, siempre me ha encantado este micro. Es de los que lees, suspiras y relees buscando los trucos. Que de todos modos no se ven.
ResponderEliminarBuena elección. Un abrazo
A mí me pasa como a Rocío,es un micro excelente y punto pelota. Y no me canso de leerlo.
ResponderEliminarY todos los de Max Aub de Crímenes Ejemplares también son muy buenos.
Muxuk!
Me encanta. Sobre todo su aspecto visual que logra involucrar al lector en la historia.
ResponderEliminarPor un momento me he visto ahi, enterrada en la nieva junto al niño...
ResponderEliminarBss...
Soy una admiradora de Anderson Imbert. No conocía este micro excelente. Gracias, Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo
Se agradece este repaso de buenos escritores.
ResponderEliminarUna imagen conmovedora. Saludos.
ResponderEliminarMe ha encantado este texto, vengo desde Los martes,micro, de Susana, y ayer viernes dejé pendiente la lectura de tu propuesta. Han pasado algunos meses desde esta publicación que hiciste, pero espero que no te importe que deje mi impronta en este lugar.
ResponderEliminarMi propuesta personal de este año es continuar por estos "lares" más amenudo.
Un abrazo Jesús.