11 octubre 2011

Diagnóstico

Dicen que Pedro es epirativo. Es como una enfermedad. Pedro no se puede estar quieto ni en clase y el profesor siempre lo castiga. Mamá, muchas veces, me dice que lo lleve al parque, que bajemos con las bicis, nos dice, que nos cansemos bien a ver si así hay quién nos aguante. Mamá siempre nos lo dice a los dos porque sabe que soy mayor y me doy cuenta de que lo hace para que Pedro no se sienta solo, enfermo y no la mire desde abajo como si no la viera. Y Pedro y yo vamos al parque, echamos unas carreras con las bicis, saltamos por los montículos y derrapamos en los charcos y, al final, vamos al mismo árbol de siempre, un poco escondido, donde Pedro se tumba mirando al cielo y, mientras caen algunas hojas sobre él, comienzan a salirle por la boca hormigas, escarabajos, arañas y alguna mariposa que yo intento cazar hasta que él, agotado, vuelve a levantarse.

19 comentarios:

  1. Joder, Jesus, me has pillado con ese final. Esperaba algo más abierto, más difuso, pero veo que has concretado bastante, que lo has cerrado bien. ¿Será que la madre no quiere todos esos bichos por casa? Abrazos.

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  2. Es una metáfora sobre echar sapos y culebras? En realidad veo a un niño contándole a su hermano lo que le duele de una mínima relación con su madre. Cuando se desahoga por fin puede decir algo hermoso, que es lo que tiene en cuenta su hermano. (Lo reconozco, se me ha ido el pensamiento de la olla y la olla a otro sitio...)

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  3. Qué poderosa imagen final. Qué digo. Dos imágenes finales. La fantástica, como regresión kafkiana, como de Milla Verde, de insectos y arañas saliendo de la boca del niño, como explicación a su epiratividad. Y la realmente terrible, la de Pedro agotado sólo tras el vómito entomológico.
    Además de la imagen central, la de la distancia mirada desde abajo...
    Puñetero mundo de niños con diagnósticos de mayores.
    Felicidades, Jesus, una vez más.

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  4. Micro redondo, Jesús. La mariposa que intenta cazar el narrador le da el toque poético que refuerza el sentido. Ahora mismo me viene a la memoria La milla verde, aquella película basada en un libro de Stephen King, cuyo protagonista después de curar a alguien expiraba insectos.

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  5. Muy impactante el final. Los que conocemos a niños hiperactivos, hiperansiosos y similares podemos dar fe de esa incomunicación, o falta de comprensión, del mundo adulto hacia el problema infantil (fenomenal cómo la madre le pasa al hermano el deber de "cansarlo"). El movimiento está por dentro, en todas esas hormigas y alguna que otra bella mariposa que, afortunadamente, en este relato alguien se encarga de cazar.
    Me encanta el punto de vista que has elegido.
    Abrazos admirados.

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  6. Es precioso, la hiperactividad es un gran problema por el tratamiento que se le da, por la incomprensión que genera, aquí has llevado al límite esa incomprensión, con mucha poesía.
    Se me ha agarrado dentro este Pedro epirativo.
    Un abrazo

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  7. Joer, Jesús... me has dejado boquiabierta. Voy a hacer un primer comentario como si no hubiera leído los del resto porque yo había entendido otra cosa. Quizá porque mis propios micros lastran un poco mis entendederas he supuesto que el pequeño no está vivo y por eso la madre lo mira desde arriba como si no lo viera, y de ahí los insectos sobre el niño bajo el árbol.
    Sin embargo, tras los comentarios y una segunda lectura, lo que veo es una hermosa metáfora sobre la difícil vida interior de este pequeño "epirativo" que agota a quienes le rodean pero que por suerte tiene un hermano mayor que se comporta como tal.
    Menudo rollo, lo siento (será para compensar que no siempre puedo pasarme ;-)
    Muchos besos, envidiosííísimos

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  8. También yo me quedé boquiabierto, Jesus, y tardé en reaccionar, has que noté cómo me salían escarabajos, mariposas, escolopendras y todos los insectos que llevo dentro desde mi infancia, y que me han hecho escribir y hacer libritos.
    Emocionado te abrazo,
    Norberto

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  9. Pues yo también había imaginado algo parecido a lo que dice Rocío. En plan 'El Sexto Sentido': el niño estaba muerto!

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  10. Exquisito. Suscribo el brillante análisis de Gabriel. El cierre me parece espectacular, ejemplo de las múltiples posibilidades (en este caso un componente lírico) que existen antes del cierre sorpresivo meramente ingenioso tradicional.

    Abrazos.

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  11. Muchas gracias a todos, a mí sí que me dejáis boquiabierto con vuestra generosidad.

    En cuanto a las interpretaciones, el microrrelato es nuestro, del escritor y de los lectores, así que no hay sentidos exactos ni interpretaciones erróneas. Que haya más de una interpretación no es más que la demostración de que ponéis de vuestra parte en la lectura y eso es lo máximo a lo que uno puede aspirar.

    Abrazos grandes para todos

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  12. Leo los comentarios y, a pesar de ser disímiles, todos me parecen válidos. También podría pensar que el niño está muerto, porque su madre lo mira, desde arriba, sin verlo. O quizás, este niño "epirativo" e incomprendido, sólo se desahoga con su hermano y sólo con él es capaz de soltar todas esa arañas, hormigas y hasta una bella mariposa, que lleva dentro, hasta agotarse...
    De lo que no hay duda alguna es de la forma tan hermosa que tienes de contarlo, de decirlo. Eres un maravilla, Jesús.
    BB
    Saldré Anónima, porque de otras formas, me borran.

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  13. Fantástico texto, no solo por como está escrito si no por todas las interpretaciones que ha provocado, en mi caso me voy más por el niño muerto, la verdad.

    Besitos

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  14. Sin querer decantarme por ninguna explicación quizá tiendo a la de Hansel y me gusta lo que dice Propílogo.
    Pero sobre todo he disfrutado de la imagen, del lirismo del texto, de la imaginación que desborda, que sale a borbotones como los bichos y la mariposa de la boca de Pedro. Imaginación hasta en la enfermedad inventada, que bien pensado es un poco lo que hacemos con todo lo que no sabemos definir y algún nombre hay que ponerle...

    Muxuk !

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  15. Lo llaman así cuando, efectivamente, podrían llamarlo de cualquier modo, de ahí que esa imagen surrealista y excesiva, trasunto de ese fenómeno de la naturaleza que es el chico, lo defina a las mil maravillas.
    Un abrazo

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  16. Es hiperactivo, pero no pronuncia. Jesus, tus textos son una autentica delicia, clásicos desde el buen sentido de la palabra, sin juegos de manos, literatura desnuda, que al final, es lo único que queda.

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  17. Gracias, amigos, es un gusto teneros como lectores.

    Besos y abrazos

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  18. Puff, qué final Je, se me han puesto los pelos de punta.Me ha gustado la manera de relatar la situación del niño, que por cierto son unos incomprendidos...aunque me ha hecho gracia el comentario de la madre, es lo que más se oye decir en el parque "a ver si se agotan los niños" y no son epirativos. Yo misma se lo digo a la peque... como siempre, es un placer leer tus relatos. Muxuk

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  19. Me encantó, mi mamá decía cuando veía a un niño muy tremendo que tenía hormigas encima... me hiciste recordar eso, de cualquier manera hace pensar que hay algo muy profundo en un niño hiperactivo y que juzgamos demasiado a la ligera.
    Carolina Rangel

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