Salgo de casa antes de que mamá me devore.
Por el camino compro un ramo de flores, una caja de bombones
y me detengo en un limpiabotas para que deje mis zapatos relucientes.
Llego a casa de ella y me encuentro que hay cinco tipos exactamente
iguales a mí esperando en la puerta; con el mismo traje, el mismo ramo de
flores, la misma caja de bombones, los
mismos zapatos relucientes. Pasa el primero de ellos y al cabo de quince
minutos sus huesos, blancos y relucientes, salen escupidos por la ventana.
Ya falta menos para que sea mi turno.
¿Te está costando dormir últimamente? :P
ResponderEliminarJejeje, qué va, curiosamente es al contrario.
ResponderEliminarNo sé, me ha recordado la oficina del INEM:(
ResponderEliminarPor un lado me recuerda la estructura del corto, pero claro todavía vas un grado más allá y la cosa se complica. Me pregunto que hará con tantos bombones y tantas flores, ¿o son siempre los mismos?, ¿y el limpiabotas?, ¿y cinco iguales?, ¿y quince minutos?. Está claro que el micro funciona, ¿no?, ¿o es un bucle?.
ResponderEliminarAbrazos.
Este es uno de esos micros que te deja intranquila, ves el bucle interminable de hijos devorados por su madre, porque te imaginas que tras este que nos muestras, van llegando muchos más ¿hasta cuando? Y empiezan a surgirte las preguntas y las dudas, ¿por qué una madre se comería a sus hijos?, podríamos buscar varias respuestas en muchas razas de animales, pero ¿encontraríamos el paralelismo en el ser humano? ¿o es simplemente el último eslabón ya que el resto ya nos estamos devorando? Y también me intriga, como a Agus, qué hará con tanta flor y tanto bombón, tal vez un día aparezcan toneladas de ellos en Wínnappu el día de antisanvalentín, donde todos se tiran bombones a la cabeza, produciéndose, unos a otros, enormes moratones.
ResponderEliminarMe ha parecido de lo más kafkiano. Es como si fuera inevitable. Sale de casa antes de que lo devore pero vuelve una y otra vez... su destino.
ResponderEliminarsaludillos
Cara A:
ResponderEliminarMe gustó el micro, Jesus; muy escurrido de carnes y sin embargo sabroso en posibilidades interpretativas. Los detalles son fundamentales.
Cara B:
Al leerlo, me pareció encontrarme ante dos relatos. Un hiperbreve constituido por la primera frase y un micro formado por el resto del texto.
Un abrazo,
PABLO GONZ
Qué susto, madre mía. Ando estos días acabando de pulir un micro titulado (por ahora, porque seguro que termina con otro título) bucle, y al ver tu entrada me asusté. ¿Y si Jesus publica el mismo micro que ando corrigiendo? ¿Y si publica una versión ya terminada? ¿Y si...? Por cierto, muy saturniana esa madre...
ResponderEliminarQué miedo, son las 2 de la mañana, tu sobri con pesadillas y yo veo el corto y seguido leo tu micro... La verdad es que me ha gustado mucho, aunque yo también le doy vueltas, no sé para qué se ponen tan txukunas, y encima llevan flores y bombones... todo para ser devorados y parece que están tan contentos... Muxuk
ResponderEliminarNo me acaba de terminar la frase del principio.
ResponderEliminarEl resto, como siempre, muy bien narrado.
Está claro que esos hijos son incapaces de enternecer a su madre con tanto regalo.
ResponderEliminarCoincido con los demás: muy inquietante. Y bueno.
Yo lo entendí distinto, yo creo que la casa a la que él está esperando entrar no es la de la madre, es la de la pareja, mi interpretación es que es una metáfora de los hombres que huyen de una madre por autoritaria y castradora pero se dejan castrar por la mujer que les gusta encantados de la vida. Un gusto leerte Jesús.
ResponderEliminarCarolina Rangel
@carolinarangel7
Inmediatamente me vino a la mete el cuadro de Goya de Cronos devorando a sus hijos pero aquí de forma hasta bella y delicada en la figura de esa madre implacable.
ResponderEliminarYo he pensado algo muy parecido a Carolina, y creo que va por ahí hay madres que devoran a sus hijos, amores de madre que disfrazan otras cosas. Y me gusta cómo lo has narrado.
Creo que ya va siendo hora en microrrelato de dejarse de analizar siguiendo una especie de plantilla universal: le falta el final sorpresa y etc etc.....
Espero que el micro no sea devorado por este bucle terrible....
ResponderEliminarUN abrazo.
Por qué la madre. Qué curioso. Y que inquietante, sí;-)
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que sería ir en contra de mí mismo hablar de que un microrrelato quiere decir esto y no lo otro, sería como cortarle las alas. El micro lo comienzo yo y lo terminas tú, lector. Sin embargo, Carolina, mi idea de partida es la que apuntas, lo has explicado que ni yo mismo lo habría hecho tan bien.
ResponderEliminarAbrazos y gracias a todos por la visita, tras unos días de descanso.