Es una idea fantástica, Jesús. Y nada fácil. Qué nos gustaría que supieran de nosotros, cómo queremos que nos recuerden, o nos olviden. Difícil reto el que nos planteas. Y para animar, aquel chiste del epitafio que mandó colocar en su lápida un hipocondríaco: ¿LO VEN?
¡97 años!! Ahí es nada. Como comentó Juan Gelman en EL PAIS este viernes, Nicanor es de esos poetas que escriben para vivir. Me parece una idea genial lo del 25.
Vale, sí, me apunto a lo del epitafio, pero joder, menudo susto me habéis dado todos: tenía mi lista lateral de blogs plagada de entradas-epitafio. Pensaba que un virus letal había afectado a blogger...
Señor Presidente de ABLACC, un día de estos le voy a hacer a usted una autocrítica, pero antes dejeme reconocer que es la primera vez que oirgo lo de Epitafios el día de Navidad... Dejaré de colgar un cuento de Roland Topor donde aparece un Papá Noel sodomita y ceceoso.
El día 25 suelo, tan pío, ir a tomar un buen vermú. Cuando me pregunten qué hago todo el rato con el móvil tendré que contestar que leo las esquelas de mis amigos. Y brindaré. Abrazo Gabriel
Hola Jesús. Te he contestado en mi blog, pero paso por aquí a visitar y a comentarte que está claro que me explico fatal. Tienes razón: la protagonista de mi micro es una niña Zombie. Sólo que me he tomado la licencia de darle esos sentimientos que no debería tener, por definición. Gracias. Por cierto... no creo que juegue al epitafio, aunque no puedo asegurar nada. Además, lo harán mejor los que lo escriban en su día, y si no, seguro que a esas alturas, no me importará.
Anímate, Fer. Con una ilustración puedes hacerlo, he curioseado tu trabajo y me ha encantado. Si el día de Navidad me levanto y me pongo a escribir una entrada en el blog mi mujer me mata. La programaré.
Abrazos
PD. Confieso que sigo dándole vueltas a tu micro y cada vez me gusta más. Sobre todo ese tío Lauro que sin ser capaz de volarle la cabeza a la niña, le dispara en la rodilla para que no pueda volver a casa.
Madre mia, espero que en la comida de Navidad, no estemos leyendo esquelas, jajaja, que yuyu, por si acaso , no me vestiré de negro. Un besazo, cielo y nos vemos en Navidad.
Este blog forma parte de la ABLACC (Asociación de Blogs Literarios que Aceptan Crítica Constructiva). Así que despáchate a gusto, pero explícame tus razones.
Es una idea fantástica, Jesús. Y nada fácil. Qué nos gustaría que supieran de nosotros, cómo queremos que nos recuerden, o nos olviden.
ResponderEliminarDifícil reto el que nos planteas. Y para animar, aquel chiste del epitafio que mandó colocar en su lápida un hipocondríaco: ¿LO VEN?
¡97 años!! Ahí es nada. Como comentó Juan Gelman en EL PAIS este viernes, Nicanor es de esos poetas que escriben para vivir.
ResponderEliminarMe parece una idea genial lo del 25.
Vale, sí, me apunto a lo del epitafio, pero joder, menudo susto me habéis dado todos: tenía mi lista lateral de blogs plagada de entradas-epitafio. Pensaba que un virus letal había afectado a blogger...
ResponderEliminarJesus, espero que te acompañes en el sentimiento, y no te llores mucho.
ResponderEliminarAbrazos.
Señor Presidente de ABLACC, un día de estos le voy a hacer a usted una autocrítica, pero antes dejeme reconocer que es la primera vez que oirgo lo de Epitafios el día de Navidad... Dejaré de colgar un cuento de Roland Topor donde aparece un Papá Noel sodomita y ceceoso.
ResponderEliminarEl día 25 suelo, tan pío, ir a tomar un buen vermú. Cuando me pregunten qué hago todo el rato con el móvil tendré que contestar que leo las esquelas de mis amigos. Y brindaré.
ResponderEliminarAbrazo
Gabriel
Jolín, es que se me acumulan las propuestas. Y es que quiero estar en todo. Y mi familia me mira desde el sofá...
ResponderEliminarPero lo voy intentar.
Abrazos.
Al final parecerá que el muerto de la blogsfera será el que no publique el suyo.
ResponderEliminarA ver si encuentro algo que decir de mí.
Un abrazo,
Hola Jesús. Te he contestado en mi blog, pero paso por aquí a visitar y a comentarte que está claro que me explico fatal. Tienes razón: la protagonista de mi micro es una niña Zombie. Sólo que me he tomado la licencia de darle esos sentimientos que no debería tener, por definición.
ResponderEliminarGracias. Por cierto... no creo que juegue al epitafio, aunque no puedo asegurar nada. Además, lo harán mejor los que lo escriban en su día, y si no, seguro que a esas alturas, no me importará.
Anímate, Fer. Con una ilustración puedes hacerlo, he curioseado tu trabajo y me ha encantado. Si el día de Navidad me levanto y me pongo a escribir una entrada en el blog mi mujer me mata. La programaré.
ResponderEliminarAbrazos
PD. Confieso que sigo dándole vueltas a tu micro y cada vez me gusta más. Sobre todo ese tío Lauro que sin ser capaz de volarle la cabeza a la niña, le dispara en la rodilla para que no pueda volver a casa.
Madre mia, espero que en la comida de Navidad, no estemos leyendo esquelas, jajaja, que yuyu, por si acaso , no me vestiré de negro. Un besazo, cielo y nos vemos en Navidad.
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