Mientras Watson se acuclilla junto al cadáver, Holmes,
envuelto en la nube de humo que sale de su pipa, examina la habitación en que
se encuentran. Mientras Watson observa el puñal que la víctima tiene clavado entre
los dos omoplatos, Holmes repasa las paredes desnudas, sin una sola puerta o
ventana, estudia el cubo perfecto de muros lisos que los rodea. Mientras
Watson, seguro de que el hombre ha sido asesinado, se pregunta cómo el asesino
ha podido salir de aquella trampa sin escapatoria, Holmes, confundida su
silueta con el humo del tabaco, se pregunta intrigado cómo han podido, Watson y
él, llegar a aquel lugar.
El pasado 6 de noviembre, Fernando Valls tuvo la generosidad de publicar dos microrrelatos míos en "La nave de los locos". Os dejo este, el primero de ellos, por si en su día os lo perdisteis.
ResponderEliminarMuy bueno, la comparación entre una visión del detalle y una del conjunto, una mente cerrada en lo particular y una más abierta a lo general, y la importancia de la combinación de puntos de vista.
ResponderEliminarMuy bueno, la comparación entre una visión del detalle y una del conjunto, una mente cerrada en lo particular y una más abierta a lo general, y la importancia de la combinación de puntos de vista.
ResponderEliminarJesús, a mí encantan estos dos personajes, soy una fan de Holmes desde que tenía 12 años, cuando los adolescentes leíamos a Maypassant, Poe, Lovecraft o Doyle en vez de "Crespúsculo". En solo unas líneas has retratado la esencia de ambos. Magnífico. Y ese humo de la pipa, esa leve y efímera representación del pensamiento libre de Holmes. Un saludo.
ResponderEliminarMe encanta, Jesús, de verdad.
ResponderEliminarJesus, este relato es magnífico, la esencia de Holmes y Watson en unas pocas líneas. Inseparables.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Muy bueno!
ResponderEliminarPor cierto, excelente tu blog, lo seguiré desde ahora.
Saludos.
Son personajes que se complementan: lo práctico con lo lógico. No podría existir Sherlock sin Watson o viceversa. La solución a este enigma el único que la tiene es Sir Arthur Conan Doyle...
ResponderEliminarCreo haberte leído este micro...
Es estupendo, qué mas podría decirte, Jesus.
BBBEsos
Grande es ésta microversión Holmesiana.Bravo.
ResponderEliminarCreo que lo que más me gusta es el título. Por el efecto contradictorio con lo enrevesado de la situación que muestra el texto. Se supone que cuando empiecen a hablar el intercambio de preguntas, suposiciones y demás darán lugar a la solución del enigma, ¿es así?
ResponderEliminarMe quedo sin palabras, humillado ante el bofetón de talento que es este microrrelato. Y todavía aturdido, recuerdo una noche, en una garita, escuchando los subversivos aullidos del perro de los Baskerville durante una guardia impuesta.
ResponderEliminarExcelente, Jesús.
ResponderEliminarPocos trazos para dibujar por qué Holmes es Holmes y Watson tan solo Watson.
Un saludo admirado.
A mí, mas que los personajes, me ha maravillado el micro en sí. Que final tan inesperado y que misterio tan bien hilado. Me encantó!
ResponderEliminarCarolina Rangel
Muy bueno Jesús. Me encantaría escribir un micro sobre estos personajes. Quién sabe... aunque tu listón es muy alto.
ResponderEliminarUn saludo indio
Lánzate, David, no será por talento.
ResponderEliminarMagnífica manera de retratar la esencia de estos dos personajes. Pura envidia es la que siento.
ResponderEliminarBesitos
Jesús, primero felicidades por la publicación, en esa nave sólo se suben los piratas verdaderos.
ResponderEliminarSiempre me gustó esa pareja, ese complemento entre lo abstracto y lo concreto, entre certezas y suposiciones. Me ha gustado el micro, donde final y título enlazan. Inicialmente me pareció demasiado repetitivo indicar los nombres en cada frase, graso error mío, pertenece a la esencia de los personajes y refuerza la trama hasta el desenlace final.
Un abrazo
Qué bien hilado, leches! Hasta llegar al gran misterio. Que para mí, es donde está la chicha del micro. Y esa chicha lo mismo la podrían estar cocinando Heidi y Clara y seguiría siendo igual de jugosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tú los llevaste allí, para sorprendernos y para que disfrutemos de un relato tan magnífico como este. Saludos
ResponderEliminarRealmente genial. ¡Felicidades!
ResponderEliminarmuy bueno, ingenioso... lo haces tan bien que hasta parece fácil... ¡enhorabuena!
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