Llega Gervasio, intermitente, desde el cielo de la noche
que han rasgado los rayos de tormenta. Sin mojarse siquiera. Besa a su mujer, a sus
hijos y come con buen apetito, como si llevara tiempo sin probar bocado.
Después cuenta historias de ausencia, junto al fuego, hasta que todos caen
dormidos.
Con el amanecer sale de la casa, sigilosamente. Camina
hacia el horizonte del que vino la noche anterior, lo abre por una de las
rasgaduras y regresa antes de que la realidad restañe del cielo las heridas.
Poético y conmovedor, amigo. Muy bueno.
ResponderEliminarUn relato con dos planos, por un lado el familiar, el de quien se ha ido y siente nostalgia por lo que deja, y otro el del cielo que se rasga con las tormentas y amaneceres.
ResponderEliminarY ese intermitente inquietante, aplausos para este micro con alma.
Un abrazo
Qué hermoso, Jesus, una maravilla tan bien narrada que no necesita más acción, es poesía en prosa. Evoca y entristece, pero con esa tristeza tuya tan alada... que el lector no acaba de bajar nunca al pozo de la tristeza real.
ResponderEliminarUna objeción sí tengo, y es que creo que sobra la última coma. Me he enganchado las medias en ella al pasar.
Besos
Es una pieza formidable, Jesus. Desde la idea hasta la ejecución final. Uno de esos micros en los que el lector puede intuir - y disfrutar claro - del pulso firme del autor. La estructura cíclica y circular acentúa esa vorágine de idas y venidas, de ausencia y presencia, y apenas deja tiempo para que se precipite el mecanismo del dolor, o para que se ejecute su protocolo. Me encantó.
ResponderEliminarDéjame decirte, a riesgo de equivocarme, que me gusta más la última frase sin esa coma antes de "las heridas". Al menos, en mi caso, la velocidad no me hace detenerme allí, sino seguir raudo hasta el final. Pero esto es un criterio subjetivo y personalísimo, claro.
Abrazos.
Precioso, que bonito, lo he leído varias veces, y cada vez me gusta más, poético, y dulce...
ResponderEliminarSusana, Agus, por separado habría tenido muy en cuenta vuestra opinión. Coincidiendo como ocurre esta vez es imposible no escucharos. Corregido.
ResponderEliminarAbrazos para todos y felices navidades si no coincidimos.
Encima me lo encuentro perfecto sin esa coma que ralentizaba, este tipo de micros son mi debilidad. Me gustan sin más y punto pelota así que lo de la crítica Ablaccenese para otro día. Este micro es muy tú, ya tú me entiendes.
ResponderEliminarEs aquel cuya única realidad es la ausencia.
ResponderEliminarY regresa a ella.
Qué emotivo relato, Jesus.
Besos
BB
Muy buen micro, Jesus. Entre poético y surrealista. Y sobre todo, cargado de una nostalgia evocadora. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo
Me he sumergido tanto en la historia que me llevo un retrogusto amargo, descorazonador.
ResponderEliminarExcelente micro, Jesús.
Un abrazo.
Magnífico, bello, doloroso, raro, perfecto!
ResponderEliminarAbrazos, Jesus.
Enormemente acertado para estas fechas donde quien más y quien menos desearía que el cielo se rasgara para permitir esa visita imposible. Cómo siempre, un placer leerte.
ResponderEliminarMe ha parecido un micro maravilloso. Tiene algo que lo aparta un poco de aquello a lo que nos tienes acostumbrados. No sé si es el tono medio poético, tal vez esa aliteración final de las rasgaduras y el regreso a la realidad que restaña...
ResponderEliminarPor un lado, ese sonido parecería más adecuado al principio del micro, pero, por otro, tal vez le dé intensidad a esa vuelta hacia un sitio probablemente peor. Así que se me inclina hacia el lado positivo de la balanza.
Un último detalle: Tal vez ese "como si llevara tiempo..." rompe un poco con el ambiente que estás dibujando. Igual iría mejor un símil más abstracto, o nada.
De todo esto, por supuesto, tampoco estoy seguro.
Abrazos de todas formas.
Gabriel
Lo siento, lo unico que se me ocurre es que es un micro precioso, las palabras parece que vuelan y que ojalá esas rasgaduras fueran posible.
ResponderEliminarBesitos
Me hace pensar en esas personas que son tan ausentes y breves con sus seres queridos pero que cuando finalmente están, los marcan. Yo hubiera escrito un poema con esa idea. Me gustó mucho, de mis favoritos, tal vez por lo poético. Un abrazo navideño!
ResponderEliminarCarolina Rangel
Lo he leído un par de veces por la fuerza que tiene. No le encuentro ninguna pega. Me gusta, simplemente, por la creación de ese personaje tan impactante entre los rayos y los sueños ajenos.
ResponderEliminarFelices días
Recién llego a este blog y me encuentro con semejante micro. Un placer leerlo.
ResponderEliminarAnotado como seguidor...