Algunos domingos papá y mamá me ponen guapo y me llevan de
visita a casa del tío Norm. El tío Norm es bastante flaco y serio, y a veces
tartamudea, pero siempre me da galletas y batido de chocolate y me deja tocar los
animales que diseca; los tiene guardados en el sótano.
A mamá no le gusta que juegue en el sótano porque me ensucio
y puedo hacerme daño pero el tío Norm le dice que no se preocupe, que la abuela
cuidará de mí y mamá mira a papá de reojo y se queda muy callada. Yo bajo
corriendo al sótano, me acerco al rincón donde la abuela descansa y le doy un
beso; después empujo la mecedora para que se balancee.
Mientras juego, ella sonríe.
Pues qué casualidad, porque hace un par de días le conté a mi hijo de 10 años, mientras lo perseguía con un boli al grito de "ñi, ñi", que estaba aludiendo a Psicosis... (los niños de hoy son bombardeados con versiones y parodias de las que no conocen original).
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la ambientación, los animales disecados y la sonrisa de la abuela. La figura del niño, lugar donde fantasía y realidad se confunden, crea un final abierto a pesar del revival. Creo yo.
Estupendo que estés en la ABLACC. Creo que hay cena de veteranos el jueves, ¿verdad? Abrazos.
Ay, la abuela, esa sonrisa pícara...
ResponderEliminarMamá debería bajar al sótano.
Pese a la imagen creada, es un relato divertido.
Un abrazo
Pues lo de la cena del ABLACC no me parece mala idea, Susana, todo es ponerse. Por cierto, por ahora soy el presidente, secretario y miembro único así que se admiten adhesiones.
ResponderEliminarHombre, pues si concedes membresía me apunto. ¿Tengo que colgar algún logo? (¡esto se te va complicando!)
ResponderEliminarAbrazos
No puedo creerme que a esas alturas de la genética de veras esté sonriendo viendo jugar a su nieto. Lo siento; me resulta imposible, esa mandíbula debería estar descoyuntada y caída sobre el regazo de la ocupante de la mecedora... A no ser que el tío Norm se la haya pegado con Cola extra-fuerte. :)
ResponderEliminarSospecho que la abuela está "algo disecadita", esa es la impresión que crea el micro.
ResponderEliminarYa sabes Jesus que le tengo un poco de manía a la intertextualidad, y sin embargo el de Sherlock Holmes me gustó mucho. Es de agradecer que la intertextualidad se dirija a objetivos diferentes de los habituales y en cualquier caso para gustos los colores.
ResponderEliminarQué es eso de la ABLAC?
Me apunto si puede ser y si me entero de algo.
Muxuk!
Vale ya lo pillo, bueno este micro de Norman me ha dejado un poco fría, un poco ni fú ni fá.
ResponderEliminarNo te puedo decir nada malo sobre cómo está escrito, es solo que no me emociona, no me conmueve. Sin embargo el de Shelock sí porque iba más allá, tenía carga de profundidad.
Sirve? Es mi primera crítica constructiva al socio fundador de la ABLACC.
Bueno esto nos recuerda que hasta la gente mas retorcida tiene familia, sobrinitos a quien consentir, está buenisimo este micro!
ResponderEliminarCarolina Rangel
@carolinarangel7
Me gusta mucho la fotografía del micro, que construyes con dos o tres detalles que conectan con un imaginario cinematográfico presente en la memoria del lector. Y la manera elegante de sugerir la historia, quebrar la cintura y marcharte dejándonos esa sonrisa enigmática final. Espero que mis razones te sirvan para intuir que la pieza me parece exquisita.
ResponderEliminarAbrazos.
El relato, y especialmente el desenlace, mantiene ese espíritu de contar sin mostrar que enhebra toda la obra del viejo maestro...
ResponderEliminarUn día a alguien se le ocurrió combinar Psicosis con Diez negritos, y sustituir la sutileza del buen cine por el grafismo del periodismo amarillo. Tal podría ser el origen del terror cinematográfico que se consume hoy en día....
La ABLACC es lo que es, una declaración de intenciones. Había pensado crear un sello o marca o logotipo con el que identificar los blogs que se adhieran como blogs que desea recibir crítica, no sólo comentarios de presencia. Por cierto, si alguien sabe de diseño gráfico se aceptan sugerencias (yo soy muy malo para eso)
ResponderEliminarPuede que tengas razón en que este cuento deja un poco frío, Rosana. Me gustaba hablar de Norman, me gustó pensar que tenía familia, además de su madre claro, me gustó imaginar una visita. Creo que en todo esto me ha faltado ir más allá, más al límite. Aquí no valía con ser abierto y sugerente, además de que no lo haya hecho bien. Creo que invitaba a salvajada.
ResponderEliminarNo sí bien hecho está... pero yo tambièn creo que invitaba a salvajada o algo más...
ResponderEliminarPues me apunto a eso de ablacc. Sobre todo si es crítica constructiva y razonada y sin egos(ni del crítico-que también- ni del criticado) de por medio.
Muxuk
Yo me apunto también a lo de la ABLACC.
ResponderEliminarA mí me gusta el micro, aunque yo imagino que la abuela está disecada pero no la veo sonriendo. Me la imagino más mirando fijamente al nieto con una mirada hueca.
Besos
Yo también quiero ser de la ABLACC !! :-)
ResponderEliminarA ver, lamento no tener crítica constructiva Jesus, otra vez será. A mí me ha gustado, he tardado un poco en caer y quizá no habría llegado a la referencia sin leer los comentarios... De hecho me había gustado más sin referencias. Es decir, según lo he entendido la primera vez(imagina que el tío se llama Luis) es un micro en el que no sabes si la abuela está disecada como los animales o simplemente le gusta tejer en soledad... No sé, a mí me ha parecido un final estupendo. Venga, te trato como presidente de la ABLACC en la próxima, cuando me hayas admitido y no tenga que hacerte la pelota :-P
Besos
Y respecto a la ABLACC ¡yo vengo aquí a aprender! y a disfrutar... ojalá pudiera hacerte críticas constructivas, pero aún me falta mucho por aprender para eso.
ResponderEliminarY si se puede, me apunto también.
Abrazo
Para ser de la ABLACC, escribid algo parecido a lo que hay en mi blog, sobre el cuadro de comentarios y ya está. Y si alguien se anima y hace un logo o algo, entonces podremos ponerlo en el blog directamente.
ResponderEliminarHola Jesús, pues yo como Anita, paso por aquí para disfrutar de tus textos y para aprender, y te puedo asegurar que lo hago en cada visita. Y como conozco tu voz, y tus gestos, pues todavía aprendo mas y me lo paso mejor. Estos días Susana Camps en su blog habría un debate sobre si debemos o no dejar demasiado abiertos los textos, si debemos jugar mas con el lector, hay opiniones para todo.
ResponderEliminaryo aquí vi a la abuela disecada, y su sonrisa, porque el taxidermista puede hacer con el muerto lo que quiera, y ponerle el rictus que mas le guste, y esa abuela era sí, risueña.
Un abrazo
Bueno, Xavi, te diré que una de las mejores formas de aprender es haciendo lectura crítica. Por otro lado, no es obligatorio hacer crítica cuando se entra en los comentarios, sólo se os invita a hacerlo con libertad, también yo quiero aprender.
ResponderEliminarHola Jesús.
ResponderEliminarEn primer lugar. A mi parece, un relato fantástico. Yo he bajado a ese sótano y he visto a la abuela en el rincón, estática (como de cartón) esperando que alguien baje a mecerla entre búhos, zorros, Halcones y demás seres cubiertos de polvo.
Si es posible me uno al ABLACC de cabeza. He recibido un correo de Susana preguntándome si podría encargarme del logo, y si a todos os parece bien me parece una idea estupenda hacerlo.
Un saludo.
Hola Jesus, como yo soy muy cabezona y todo me lo tomo al pie de la letra, y preguntaste por un diseñador gráfico, he tanteado a un ilustrador a ver si le apetecería hacer el logo... y al volver aquí veo que ya tienes varios adeptos. Me parece muy divertido, a mí me encataría esa cofradía (¿como un txoco?). Te dejo su blog, aunque ya lo conoces creo: http://espiralesdetinta.blogspot.com/
ResponderEliminarBesos
Ggenial, Fernando, te lo agradezco muchísimo. La idea es crear un logo que aparezca en un lugar bien visible del blog y vincularlo a una especie de manifiesto bloguero, que no literario, que exprese lo que querríamos que fueran nuestros blogs. Se abre ronda de aportaciones. He habilitado la aceptación de comentarios para que si alguien no quiere hacer públicas sus sugerencias pueda solicitarlo.
ResponderEliminarSi os parece bien.
ResponderEliminarTrabajaré en el logotipo una vez tengamos el primer borrador del manifiesto, que entiendo será tan vivo como el género y, por tanto, sometido a renovación perpetua.
Os dejo enlace a la web de mi estudio para que veáis cosas que hemos hecho.
ResponderEliminarNo es necesario que publiques esto, ya que se puede considerar publicidad y no es mi intención, aunque en este momento, toda publicidad es poca.
http://www.studi9.net/
Un saludo.
Maestro, una vez más un texto redondo. La frase final es de una poética inapelable. El título no me acaba de convencer pero yo es que soy así de rarito ;-)
ResponderEliminarUn abrazo,
D.
Un buen micro, Jesus. Demuestra que para involucrarnos intelectual y emotivamente en la lectura no son necesarios ni el misterio ni el conflicto.
ResponderEliminarAbrazos admirados,
PABLO GONZ
No te creas, David, no eres tan raro. A mí tampoco acaba de convencerme el título. Al principio era "Apócrifo", haciendo referencia a que era una historia no oficial de Norman Bates.
ResponderEliminarMe dio la impresión de que la abuela andaba vagando en el mismo mundo de aquellos animales. Buen relato. Estaré pasando más de seguido ya que el primer impacto fue de gran gusto.
ResponderEliminarUn abrazo de extraña que entra a tu casa,
Jéssica Vilardi.
De modo que de aquí partió todo esto del ABLACC... Voy siempre atrasado, no sé vosotros, pero no me da tiempo de estar al día de todo. Voy perdiendo cosas por el camino. Pero, vamos, supongo que es la falta de práctica.
ResponderEliminarBien, el relato. Pues me gusta mucho el ambiente, el secretismo que destila sobre algo que todos conocen. Y esa sonrisa meciéndose la he sentido en mi espalda. De hecho, y con la importancia que le han dado muchos, el título debería tener algo que ver con la sonrisa, tipo "La abuela que ríe", "La sonrisa de la abuela", "La abuela risueña", o algo así.
Vamos, que yo ya he empezado a criticar y a construir, Jesús.
¡Dios mio!
ResponderEliminarAsí que el bueno de Normi tenía un sobrinito que ya apuntaba maneras, ¿eh?. Menuda familia.
Si se hubiera enterado Alfredo podríamos haber tenido una segunda parte (nada de secuelas).
Tal vez eso liga con tu título de Genética, pero como a tí mismo y a Miguelángel, me parece que éste aún puede mejorar.
Saludos.