01 septiembre 2011

La certidumbre del ojo derecho


Veo doble. Me acabo de levantar y no consigo enfocar la vista, un poco hacia el frente y sobre todo a la izquierda. El mundo se desdobla cuando miro hacia la izquierda.

El médico habla de parálisis en un nervio del ojo derecho debido a niveles de azúcar altos, a la tensión  arterial disparada, y aconseja un régimen estricto. Y cabecea. Me observa y cabecea.
Como verduras, pescado hervido, camino media hora cada día y consigo cambiar mi lugar de trabajo por otro en el que puedo escoger hacia dónde miro para no verme obligado a coger la baja. Poco a poco mejoro.

De vez en cuando vuelvo los ojos hacia la izquierda para comprobar el grado de desenfoque. En una de las ocasiones me doy cuenta que no es exacto que el mundo se desdoble ante mí porque original y copia no son iguales.  De hecho, ahora que veo menos doble y puedo aguantar la mirada durante unos segundos, compruebo que la copia está desnuda, puedo verla completamente desprovista de ropa. Pero no sólo esto, la desnudez afecta a todos los aspectos de las personas a las que observo y puedo ver sus pensamientos, sus deseos más ocultos, sus secretos.

Ahora miro a la izquierda más que antes y no hay luz ni oscuridad que me pase desapercibida. Me duelen los ojos y la cabeza, y en ocasiones tropiezo o me golpeo por medir mal las distancias, pero no puedo dejar de hacerlo, es como una adicción. Cada cierto tiempo, para mantener el extravío de mi ojo derecho,  tengo que abandonar el régimen.

Claro que de esto, al médico ni palabra.

9 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo. En ocasiones, se alcanza a ver mejor y más lejos desde ciertos extravíos...
    Besos

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  2. Este microrrelato lo he escrito un poco como catarsis ya que lo del ojo extraviado es algo que me lleva ocurriendo desde hace casi un mes. Mi mirada tiene el atractivo de la de Buñuel sin haber conseguido un ápice de su talento, lamentablemente.

    Gracias, Gemma, por la visita.

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  3. Yo no me preocuparía Jesus. Me temo que no sea el ojo, tu ojo, sino el mundo el que se haya averiado. Por cierto, por dónde se le echa colirio al mundo. No quiero pensarlo.

    Abrazos.

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  4. Me parece fenomenal, me ha gustado mucho esa derivación de la experiencia real a la deriva fantástica, con adicción incluida.
    Y, literatura al margen... ¡que te mejores!
    Un abrazo.

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  5. Qué bien me hubiera ido esa habilidad adivinatoria hace cuatro días.....

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  6. ¿Estás seguro que es tu ojo o lo de alrededor lo que está así? Bueno, cuidate.

    Besitos

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  7. Condenados a nuestros dones.

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  8. Cualquiera se vuelve adicto a una habilidad como esa! Excelente, te felicito! Y tu que te mejores, te recomendaría mi oftalmóloga pero estás muy lejos...
    Carolina Rangel

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  9. Muy bueno, me encanta la facilidad que tienes para crear la historias. Cuidate. Muxuk. Por cierto, ya me he puesto al día.

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Este blog forma parte de la ABLACC (Asociación de Blogs Literarios que Aceptan Crítica Constructiva). Así que despáchate a gusto, pero explícame tus razones.

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