Caperucita sale, de culo, del estómago del lobo, rajado de
arriba a abajo por un cazador que oye ronquidos, que pasa por delante de la
casa de la abuelita. Y Caperucita es engullida por el lobo, y le comenta qué dientes tan grandes
tienes y qué orejas y qué ojos, y pasea
por el bosque cogiendo florecillas para llevar un buen ramo a la abuelita, que
le gustarán, le ha dicho el lobo para que se retrase en su camino y a él le dé
tiempo a adelantarse, y Caperucita que sí, que no te preocupes, y no te
retrases, le dice su madre, y Caperucita regresa al vientre de la madre que
aguarda, nerviosa, a que el cirujano le haga la cesárea porque la niña viene de
culo.
El micro también viene de culo, según veo.
ResponderEliminarGenial, Jesus. No es nada fácil este experimento de retroceso, con un resultado preciso, ajustado; el ritmo trepidante; y el drama tan palpable.
Consigues que dé igual que el cazador haya salvado a Caperucita.
Felicidades
Abrazos desde el pelotón
Una pieza arriesgada, valiente, de la que sales más que airoso. Además de lo que señala Gabriel, me quedo con el tono, que no sé muy bien como definirlo para serte sincero, pero que tiene una entidad propia hasta el punto, a mi modo de ver, de determinar toda la esencia de la historia. Enhorabuena.
ResponderEliminarAbrazos.
Un ejercicio buenísimo, con un título muy acertado... Me he divertido mucho leyéndolo, Jesus, acelerando el paso a cada palabra, ansioso por descubrir ese final-comienzo.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Leyendo, me he acordado de esos discos, supuestamente satánicos, que había que escuchar al revés.
ResponderEliminarMuy bueno, Jesús.
Y es que las versiones de Caperucita y los cuentos no acaban nunca. Menos mal que así es, nos perderíamos micros como el tuyo.
ResponderEliminarOriginal.
Un saludo indio
(((-: ¡qué bueno, Jesus!
ResponderEliminarPara que luego digan que el tiempo es reversible.
ResponderEliminarAbrazos admirados,
PABLO GONZ
Te ha quedado un relato, literalmente, redondo, marcha atrás, pero redondo. El hecho de que empiece y acabe en una barriga hace que no solo está bien contado, sino cerrado sin fisura alguna. Genial.
ResponderEliminarMe ha recordado a ¨La flecha del tiempo¨ de Martin Amis. Magnifico micro. Espero que no afines así en ¨Relatos en cadena¨. Jajajaja
ResponderEliminar¡Chapeau!
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