Este gordo ocupa mucho lugar, dice Jimmy encaramado a la rama del árbol y, sin darme casi tiempo a reaccionar, agarra al petirrojo y lo lanza al aire, riéndose de la torpeza del animal, de su batir de alas inútil. Consigo recogerlo con mi propia camiseta, una camiseta que como casi todo lo que tengo, la ropa, los juguetes, los libros del colegio pintarrajeados, he heredado de Jimmy. Vuelvo la vista hacia arriba y deseo que resbale y se caiga antes de colocar el petardo en el nido. Con tantas fuerzas lo deseo que, sin querer, aplasto al pajarillo entre mis manos.
Hace ya un rato que lo leí y todavía me dura el escalofrío.
ResponderEliminarCuantos Jimmys hay en las infancias perdidas agarrando pájaros con la mano y apretujándolos por no apretujarle a él.
Espeluznante y tierno relato
Abrazos
Bufffff, la sensación que creas es terrible, porque lo peor de todo este relato es sacar la conclusión de que los malos pueden convertir a los buenos en un reflejo de ellos mismos. Un abrazo admirado, Jesus.
ResponderEliminarLa historia es muy buena, pero me subyuga el cambio de perspectiva. Cuando todos estamos mirando hacia arriba, que si Jimmy cae, que si Jimmy no cae, zas!, pajarillo estrujado. Genial. Muy técnico, Jesus.
ResponderEliminarAbrazos.
PD: El título, perfecto.
Muy buen título, es así como me he quedado, después de leeer este micro, con un escalofrío.
ResponderEliminarSaludos.
Me ha gustado mucho. Muy bien llevado de principio a fin.
ResponderEliminarSaludos.
La indignación, cuando no se libera, puede causar estragos en quien no queremos. Muy bueno, Jesus.
ResponderEliminarBesos volados.
Pelos de punta, ¿consecuencia del escalofrío?
ResponderEliminarHermanos norteamericanos, qué chungos son entre ellos, se nota que carecen del carácter latino. Muy bueno, Jesus. he escuchado el chasquido del pequeño esqueleto del pajarillo. Escalofriante.
ResponderEliminarLo sigo pensando: es muy bueno. Se nos muestra(no se nos dice) ese agujero en el alma del chico y el final es perfecto.
ResponderEliminarMuxuk
Comparto la opinión de los comentarios anteriores. Muy sugerente el traslado del mal de unas manos a otras.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando ya estaba viendo al pobre Jimmy en el suelo, zas estruja al pobre pajarillo, cómo bien dice el título se me han puesto los pelos de punta. Casualidades de la vida hoy tu sobrina insistía en coger un pajarillo que más que volar daba saltitos, y un chaval que pasaba por ahí no ha tenido mejor idea que darle una patada, cosa que no ha conseguido, pero la carita de susto de Maider... en fin, que me ha venido al pelo tu micro. Muxuk
ResponderEliminarEn psicoanálisis lo llamamos volutad contraria. Y como siempre, qué bien lo narras.
ResponderEliminarUn saludo.
Una historia de niños que es capaz de estremecer, de atormentar. No solo es importante lo que cuentas sino todo lo que pareces callar. Genial este micro.
ResponderEliminarTodos podemos ser Jummy en algún momento, qué cierto. Muy buen micro, Jesus. Me encantó.
ResponderEliminarUn beso
Que gozada de micro, Jesus! Brutal.
ResponderEliminarHola Jesus:
ResponderEliminarUn micro más interesante por lo que apunta, que por lo que concreta, lo cual no es ninguna mengua de mérito ni mucho menos.
Lo que apunta. En el plano simbólico estamos ante dos personajes antitéticos, que más allá de la relación de parentesco que los una plantean dos formas de acercarse al mal o a la banalidad del mal. Jimmy se instala en el mal y además parece sentirse cómodo. El narrador se instala en la moral que provoca el mal, pero no pasa de un deseo frustrado de revancha divina.
La resolución está planteada desde la vertiente más cruel de la ironía. La manos del narrador consiguen afixiar y eliminar al pajarillo, cosa que Jimmy, depositario del mal, no logró.
Quizá lo que no acaba de concretar es una sola historia -ello podría significar la condena a los infiernos por parte del sanedrin de la ser-Es decir, se narra simultánemaente la historia de la relación del narrador y Jimmy,la relación de los dos con el pajarillo y el petardo como elemento común que los une y desune a la vez.
Sí me dirás que me repito, pero quizá con otra organización de la estructura y sacrificando algún elemento -siempre haciendo previamente el ejercicio de quitar lo que se decide si es o no ocioso, si se quita y no se cae nada, pues adelante con los faroles-, quizá ganaría la historia y la tensión narrativa, auque se resentiría un poco el calado simbólico.
Me gustó cuando lo leí por primera vez y me parece que tiene demasiadas cosas buenas como para que la sensibilidad estragada de los personajillos de esa cadena de emisoras puedan apreciar. Cada vez me convence menos lo que premian los Francino's friends.
nos seguimos leyendo, xaval,
salut
hugo
¡Saludos! Este micro es excelente, estuve leyendo algunos otros, se nota a veces un toque de humor negro. Me llama la atención la frase "Este gordo ocupa mucho espacio", que ahora comprendo, es una expresión coloquial. Buen escalofrío.
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