20 diciembre 2013

Terror

Los filtradores han extraído esta mañana a dos senken que viajaban en el mismo vagón que yo. No me he dado cuenta de lo que ocurría hasta que los senken han comenzado a gritar y patalear; los agentes de filtro prefieren la discreción siempre que es posible, pero esta vez no han podido evitar llamar la atención. Después, con sólo el traqueteo de fondo, los pasajeros hemos podido ver el terror en nuestros rostros; habíamos viajado con dos senken sin saberlo, sin siquiera haber notado qué los diferencia de nosotros. 

2 comentarios:

  1. Efectivamente... da mucho miedo, pero no de los senken, tampoco de nosotros.
    No hay nada peor que mirar o iluminar con una linterna un espacio e intuir que al lado, fuera del campo de visión, hay algo o alguien acechando. Justo como has hecho en el texto. Muy bueno

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  2. Reitero aquí la opiinión que ya te había dado, Jesús. Un micro excelente.

    Un abrazo,

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Este blog forma parte de la ABLACC (Asociación de Blogs Literarios que Aceptan Crítica Constructiva). Así que despáchate a gusto, pero explícame tus razones.

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