30 diciembre 2013

Kind of black

Desgrana la melodía mientras deambula por el escenario apuntando la trompeta hacia la tarima, como lo haría un zahorí con su vara en busca de agua. Se detiene en un lugar concreto y comienza dibujar la improvisación, una filigrana de escalas, arpegios y acordes donde la disonancia trabaja por la coherencia. De espaldas al auditorio, la trompeta comienza a generar un remolino que perfora el suelo y atrae al público reunido en la sala, lo succiona como un agujero negro que ni siquiera deja que escapen la luz y el tiempo. Después, durante el solo de contrabajo, las manecillas de los relojes vuelven a moverse y todo parece un mal sueño.
Por si acaso, antes de que retome el tema melódico central, todos huyen despavoridos sin darse cuenta de que ya no hay ningún lugar a dónde ir.

2 comentarios:

  1. A mí me llevas al viaje que puedes emprender en un momento determinado, el éxtasis que sientes ante una determinada música. Nunca regresarás al mismo lugar de partida, algo en tu interior ha cambiado.
    Ablacc: Creo que en "...y comienza A dibujar" te falta la "A". Luego me chocó ese doble "público" tan seguido.

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