Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura se convirtió en rana con un sonido sordo, introvertido, y un poco de humo. Ella se quedó mirándola y la recogió del suelo, con disimulo, temerosa de que alguien, cerca del pajar, se diera cuenta de lo que había ocurrido. Después introdujo la rana en la bolsa que llevaba y se acercó de nuevo al camino que conducía a la fonda, a hacer mariposas con los ojos a otro peregrino. Sólo uno más y tendría suficientes para la docena de ancas de rana que se le habían antojado a su señor.
Me gustó, Jesus. Porque la frasecita se las traía. Además, hemos coincidido parcialmente en el tema (pronto lo cuelgo en mi blog) aunque supongo que ese "apuesto joven" nos remite a casi todos a los cuentos de hadas. Por lo visto no ha habido suerte. Nada, a mí me gustó. Algo es algo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial, Jesus. Hoy es día de cuentos, vistos de otra manera. El tuyo me gusta mucho
ResponderEliminarAbrazos
Buen intento!
ResponderEliminarSaludos.
Muy bueno, Jesus. Aunque digo yo, con semejante poder en los labios... ¿no le sería más fácil besar a su señor y acabar con los antojos? ;-)
ResponderEliminarBromas aparte, un micro excelente, como siempre. Abrazos
Muy bueno Jesus, bien resuelto, mi primera idea también rondó los príncipes y las ranas, la frasecita era de cuidado. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno Je, que pena... He pensado lo mismo que Rocío, tenía que besar al señor...
ResponderEliminarCreo que muchos coincidimos con los batracios esta vez. Te ha quedado muy bien Jesus, ese "su señor" le da un toque más negro, un buen remate.
ResponderEliminarAbrazos.
En pocas líneas Jesus le das la vuelta al cuento y nos haces ver el otro lado al que haces referencia con el título. La frase se las traía y sacaste petróleo. Me gustó mucho "con un sonido sordo, introvertido".
ResponderEliminarAbrazos.
Original la vuelta que le has dado al cuento con ese nuevo final.
ResponderEliminarSaludos.
G E N I A L
ResponderEliminarclap clap clap!!!!!!!!!!!!!!!!!
La verdad es que la frasecita nos ha inducido a caminos similares a todos, pero el tuyo es muy bueno.
ResponderEliminarMuy bien resuelto.
ResponderEliminarFantástico relato que juega con los cuentos tradicionales para acabar metiéndolos en un guiso de ancas de rana.
ResponderEliminarBesos y abrazos de no rana.
Ese es el poder de las mujeres. Simplemente una mirada y la mayoría caemos rendidos a sus pies.
ResponderEliminarSuerte en el intento.
Saludos
Me cuidaré de besar a princesas, aunque yo no sea muy principesco que digamos.
ResponderEliminarAbrazos
Me encanta!!!!!! jeje las ranas dan mucho juego y este es muy original
ResponderEliminarSaludillos
Gracias a todos por los comentarios. Esta vez la rana, se quedó rana.
ResponderEliminarAbtrazos
Hola buenas... con tu permiso me llevo esta rana a la charca de las ranas (charcaderanas.blogspot.com).
ResponderEliminarSaludillos