La
Guerra de las Aves finalizó con el execrable y vil bombardeo de Olvido. Dos
escuadrones de aviones salieron de la base aérea de Ciudad y soltaron sobre
Olvido miles de toneladas de bombas que, como era de suponer, nunca llegaron a
su objetivo. Las bombas olvidaron su destino a mitad de camino, por no hablar
de que nadie en Olvido recuerda la Ley de la Gravedad. Tampoco corrieron mejor
suerte las fuerzas terrestres que atravesaron Olvido ante la estupefacción de
sus habitantes, atrincherados en sus casas pero ignorados como si fueran
invisibles. Así que el informe del teniente general Quincoces dejó bien claro
que Olvido había sido borrado del mapa y, con su exterminio, la guerra podía
darse por finalizada.
Años
más tarde, las pruebas de que Olvido seguía en su sitio, intacto, eran
irrefutables, pero desde Ciudad nunca se reconoció esto y las autoridades
siguieron comportándose como si fuera poco menos que un espejismo que engañaba
los sentidos de los más románticos.
Magnífico, Jesús, pura cartografía poética de la desmemoria y el desapego. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel Ángel, un placer recibir tu visita.
EliminarAbrazos
No sabría decir, Jesus, que extrañamiento me produce más desasosiego; si el desafecto burócrata de Ciudad o el desafecto sentimental de Olvido. Y en el fondo, el sin sentido de la guerra; que define a ambos bandos - que son uno - por igual.
ResponderEliminarExcelente.
Abrazos.
Es cierto, Agus, tanto Ciudad como Olvido se definen más por lo que no hacen o no son que por lo contrario.
EliminarGracias por la visita.
Abrazos!
Me gusta especialmente la última frase, "las autoridades siguieron comportándose como si fuera un espejismo que engañaba los sentidos de los más románticos". Este tono casi épico, como cierre del olvido, retumba en la memoria del lector.
ResponderEliminarAbrazos admirados
Fantástico texto, lleno de reflexiones que remueven la conciencia del lector.
ResponderEliminarMuchas gracias Susana, Maite, me alegro de que os guste. Olvido va creciendo, quizá algo más que Ciudad, he intento llenarlas de matices. A ver qué sale al final.
ResponderEliminarAbrazos
Muy bueno Jesus.
ResponderEliminar