17 mayo 2010
Favores
Publicado por
Jesus Esnaola
Por favor, sea breve, dijo lady Walcott al verdugo enano, John Ketch, a la vez que alargaba hacia él una bolsa con veinte monedas de oro. John no miró a lady Walcott, sólo anudó la bolsa en su cinto, tras sopesarla en su pequeña mano derecha, e hizo un gesto de asentimiento con la cabeza, lord Walcott no sufriría. Después cerró la puerta tras de sí y se sentó en la silla de brazos que coronaba la pequeña mesa rectangular donde, cada víspera, afilaba su herramienta de trabajo.
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Vaya parece que todos hemos concursado aquí. Mucha suerte Jesús.
ResponderEliminarÉste está bien, la idea es buena, pero la competencia va a ser feroz. Lamentablemente (o afortunadamente) no confío demasiado en los relatos que envié, así que me ahorro falsas esperanzas y sufrimientos inútiles. Me parece que nos vamos a hinchar a leer relatos con el inicio, por favor, sea breve. Paciencia. Ya colgaré mis intentos.
ResponderEliminarUn saludo y suerte.
Yo tampoco confío mucho en lo que he mandado pero, si de vez en cuando echo una quiniela, no voy a dejar de enviar a un concurso así. Es que la frase era poco inspiradora.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel y Víctor, y mucha suerte, claro.
Pues sí, imagino que la competencia va a ser atroz y feroz, jeje
ResponderEliminarYo también iré colgando alguno, pero no debían ser totalmente inéditos ¿?
Un saludo indio
Quizá hubiera estado bien potenciar lo gótico del relato.
ResponderEliminarUn saludo y suerte.
Jejeje, estaría bueno que ni los consideren por estar colgados, los micros, no nosotros. Yo entiendo por inéditos edición en papel pero no sé seguro.
ResponderEliminarCreo que tienes razón Torcuato, pero me faltó espacio. No encontré cómo.
ResponderEliminarHola Jesús:
ResponderEliminarDe toque gótico creo que va sobrado, de sopresa casi final también. El verdugo, al que supongo funcionario racionalizado al 5% de descuento, se hace unas horas extras en casa de Lady Walcott. Esa viudez provocada abre nuevamente el relato a dos finales posibles: la fortuna de Sir Walcott o un "amante bandido"...¿o Lady tiene alguna inconfesable pasión con el enano que tienen la leyenda -circense, por supuesto-, de ser insaciables?
¿Al velorio de sir Walcott estará invitado Toño?
Respecto al famoso concurso, aunque tenía algo preparado -que colgaré cualquier martes de estos-
decidí evitarme ansiedades prestadas y no he enviado nada de nada -tampoco me aclaré mucho con los famosos 500 carcateres que Pde Espuma decía una cosa y en el blog de Clara se decía otra-.
xaval, molta sort i a continuar així
salut,
hugo
Qué grande eres Hugo, un día de estos te voy a pedir que no me comentes porque a veces son mejores tus comentarios que mis micros.
ResponderEliminarA mí me faltó un pelo para no mandar nada por parecido motivo pero, como diría mi psiquiatra, fracasar en concursos me ayuda a mejorar mi tolerancia a la frustración.
Un abrazo enorme
Me ha recordado a un documental del año 73 más o menos de cuya existencia me enteré la semana pasada. El documental son tres entrevistas cruzadas a los tres últimos verdugos que hubo en España. Es muy curioso como se puede llegar a ser un funcionario de la muerte, como en la pel de Berlanga.
ResponderEliminarHola Jesús:
ResponderEliminarPero a ver, los de expresiones exageradas somos los del hemisferiosur -sur-patagónico, que haces tú poniendo en el mismo plano comentarios y micros.
Aquí te dejo una idea, para el próximo concurso porque no envias a tu psiquiatra en lugar de parir un micro y que en quinientos (500) carcateres sin espacio elabore lo de la tolerancia a la frustración... aunque igual gana el concurso y nos frustra...
nos leemos y nos escribimos,
chau,
hugo
Me ha gustado, Jesús. El verdugo enano es muy inquietante. Y el cuento está narrado con eficacia. Bien por ti. Y felicidades por el nuevo aspecto del blog (hace tiempo que no entraba y me ha sorprendido gratamente). Un saludo
ResponderEliminarMe encanta el aire gótico del cuento. Y me resulta muy sugerente la imagen de un enano (rubio, por supuesto) afilando una herramienta que seguramente le quede grande.
ResponderEliminarGracias por compartir tu relato, Jesús.
Un abrazo,
PABLO GONZ
Has tenido buen ojo Pablo. El enano es un personaje real de la Inglaterra del siglo XVII. Su pequeño tamaño y su sadismo hacían que sus ejecuciones fueran verdaderas carnicerías.
ResponderEliminarGracias por la visita.
Pues yo de este concurso ni me enteré. ¡Pinche vida prieta!
ResponderEliminarPor cierto Jesús, ya se te ve en Safari. Antes andaba en pobre Fankie pisando los comentarios...
Gracias por la información Propílogo. Me habría dado pena tener que cambiar porque después de quince meses es la primera vez que estoy de verdad satisfecho del aspecto de mi blog.
ResponderEliminarTambién yo tengo un "por cierto". Para estar al día de concursos pásate por escritores.org o por Guía de concursos literarios. Además te puedes suscribir a ambos para que te manden información a tu mail.
Un abrazo
Me gusta. Yo también he enviado uno. No sé si colgarlo en la Tasca o qué...
ResponderEliminarSuerte para todos los concursantes!!!!
Pues no sé qué decirte porque alguien expresó su duda sobre si publicarlos podría descalificarlos. Yo creo que no, pero...
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