14 marzo 2009

Gran Torino


Tal vez Clint Eastwood no sea el director más original de la historia, desde luego no es el mejor actor que ha existido. Pero uno se sienta a ver "Gran Torino" y es atrapado desde el principio. La historia que cuenta es sencilla, incluso recurrente, no es fácil encontrar en estos tiempos de saturación de historias a alguien original, entendido como quien hace algo nunca hecho todavía. Clint Eastwood no hace más que presentarnos unos personajes creíbles, con los que es fácil empatizar, dotados de unos diálogos sencillamente extraordinarios. Sencillez de encuadres también, porque Eastwood no pretende demostrar a nadie lo grande que es sino sólo quiere contar su historia y todo está al servicio de ella. Y con toda esta sencillez, alcanza una indudable profundidad en la reflexión que hace sobre la violencia y en cómo afecta a la gente. Eastwood te hace sentir. Te divierte, te emociona, te agarra de las solapas y te despierta. Pero ya no lo hace como lo haría Harry el Sucio. Gran Torino es de las mejores películas que he visto en los últimos años. Este abuelo de setenta y nueve años nos está dejando un legado que nunca podremos agradecer lo suficiente. Ahora es él quien nos alegra el día. No te la pierdas.

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