10 mayo 2010
Reflejo
Publicado por
Jesus Esnaola
Despierto en el lado de la cama contrario al que me acosté. Parece que la noche fue más movida de lo que recuerdo. Me levanto sin despertar a Bea y me sirvo de la cafetera que dejé hecha ayer. Depués voy al baño, me lavo la cara y me miro en el espejo. Cojo la cuchilla con la mano izquierda, para afeitarme, pero me detengo y me miro las manos, extraño. Veo a mi doble al otro lado del espejo y decido, de momento, fingir que soy su reflejo.
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El cuento está bien, pero el tema y el recurso está quizás un tanto machacado. Cuasta hacer algo original así.
ResponderEliminarUn saludo.
Me ha gustado.. quizá el reflejo merezca más ser el real que tú o yo.
ResponderEliminarYoSabina
Esperemos no se raje la cara. Por la falta de costumbre,digo yo.
ResponderEliminarUn saludo.
Jesús, no sé por qué me late que te inspiraste en Doble, el cuento que escribí hace poco. El final es interesante.
ResponderEliminarConcuerdo con lo machacado de lo cuentos de espejo,aunque los espejos son para éso,para enfrentarlos,aunque no siempre nos devuelva nuestra mejor semblanza,a veces despeinados,a veces felices,y si reímos se ríen de nosotros;y ésta vez me temo Doctor le quedó malito,contra lo que acostumbra.
ResponderEliminarA la hora de valorar un texto, yo distingo entre originalidad y novedad. La originalidad denota todo aquello que tiene su origen en nosotros, que nos nace. Su cualidad de novedoso sólo se puede discernir parangonándolo con lo ya escrito. En el sentido apuntado por otros comentaristas, este relato quizás no sea muy novedoso pero por su forma yo no dudo de su originalidad. Cuando uno se siente feliz, es exquisito (aunque nada novedoso) gritar: ¡Qué felicidad!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Esnaola.
PABLO GONZ
Gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarTienes razón Víctor, el tema está machacado, pero es tan bueno que merece la pena intentar algo de vez en cuando. Como dice Carlos, esta vez el reflejo que me ha devuelto está un poco malito, te agradezco tu sinceridad Carlos.
Torcuato y Yosabina, es un placer veros por aquí. Espero daros algo decente de vez en cuando.
Pablo, parece que contigo he conseguido un poco lo que pretendía. Me alegro por ello y agradezco tus palabras.
Por un momento pensé que quien sujetaba la cuchilla era nada menos que Bea. ;-P
ResponderEliminarHace bien el narrador al fingir de momento por si acaso... Nunca se sabe qué puede depararnos el trato frecuente con nuestro doble.
Un abrazo
Jeje, me acabas de dar una idea Gemma; dos micros complemetarios, cada uno reflejo del otro. Gracias.
ResponderEliminarEsteban, te dejé para el final. No recordaba tu micro pero es fácil que subsconcientemente me inspirara. Espero que no te importe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dice Pablo, puede haber cientos de miles de relatos sobre espejos, pero si el ciento un mil aporta algo nuevo, bienvenido sea. Y tu relato aporta un punto de vista que yo, personalmente, no había visto aún, me parece original que vea todo del revés, como los letreros de las ambulancias. De hecho, me acabas de dar una idea.
ResponderEliminarA ver Manu, que tú digas que tienes una idea alegra el día. Estoy deseando verla. Yo también tengo una pero necesitaría descubrir cómo lograr el efecto espejo con el word.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Jesús:
ResponderEliminarEl tema del doble nos seduce a todos y en eso no es que seamos o no originales, es que es el punto de la tradición narrativa que nos toca lidiar. El espejo abre recursos y es que desde que a Narciso le pasó lo que le pasó con su imagen, no hemos hecho más que darle vueltas al asunto.
El micro está bien en el sentido que aporta un toque existencial: ni caso a lo que nos devuelve el espejo y más si en el escenario aparece la navaja que sirve para afeitarse, para dividir en dos,para separar en dos... y lo que sigue.
¡bien xaval!
"dobles" felicitaciones
salut,
hugo
Me gustó Jesús, no siempre reconoce uno al que ve al otro lado. Yo tengo que animarme con una de espejos, me da igual que esté trillado, los espejos dan mucho de sí.
ResponderEliminarPues por ahí iban los tiros precisamente Jesús, yo suelo hacerlo pegando de Word a Photoshop y luego el resultado lo pego en el cuerpo del post, prueba de ese modo.
ResponderEliminarMe alegro de verte Hugo. Como siempre encontrando valores en el cuento que casi ni yo sospechaba. Ahora me paso por el Vell Talp.
ResponderEliminarGracias por la visita Isabel. Lánzate, tienes una forma muy personal de ver las cosas, estoy seguro de que saldrá algo interesante.
Manu, por mí no te cortes. Tengo una idea muy clara de lo que quiero pero soy bastante torpe con la informática, el caos de tipografías de este blog lo demuestra. Me encantará ver qué eres capaz de hacer.
Uff!! Leerte es toda una aventura! Nunca se sabe dónde nos vas a llevar!!!!
ResponderEliminarBesazo, Jesus.
Inquietante... una sensación conocida.
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