23 mayo 2010
Intuición
Publicado por
Jesus Esnaola
Ella habla con las plantas. Mira con cuidado que los tiestos sean suficientemente grandes para que crezcan sin problemas, para que no se sientan prietas. Les da abono, se preocupa de que tengan bastante agua, pero tampoco demasiada para que no se encharquen, no se ahoguen y se pudran. Cuando llega la época, las poda con mimo, explicándoles que es necesario, que todo lo hace por su bien, para que renazcan de nuevo. Hoy, al salir a la terraza, he notado que los tallos se inclinaban levemente hacia mí, que las flores se me orientaban; creo que lo sabe.
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Está enamorada, te corresponde.
ResponderEliminarMuy bueno Jesús, me gustó
Es lo que tiene dejar abierto el final. Yo creo que soy menos optimista.
ResponderEliminarGracias, Isabel, por no faltar a la cita.
El que llega se convertirá en abono de las plantas? Quizá debo releer...
ResponderEliminarEn realidad os dejo que lo acabéis como os guste. No está mal tu visión, por cierto, Baizabal.
ResponderEliminarGracias por la visita.
Mi interpretación es que él engaña a su mujer con las plantas. Es surrealista??
ResponderEliminarOtra podría ser que la mujer va a morir y las plantas piden consuelo.
Un abrazo Jesús.
A mí, como a Isabel, me parece que ella está enamorada de ti. Y las plantas, claro, están celosas. Me ha gustado.
ResponderEliminarPues a mí me parece que es una planta carnívora y se va a convertir en su próximo menú. Es lo que tiene "elige tu propia aventura".
ResponderEliminarYo creo que él, celoso, se dispone a asesinar a la planta...
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Algo que me gustaría hacer de un modo más natural cuando escribo: sugerir una vía sin recorrerla. Incitar a que el lector se convierta en escritor, entregarle su arte, cederle su puesto... Aquí lo lograste, Jesús.
ResponderEliminarMi enhorabuena.
PABLO GONZ
¿Cría cuervos?
ResponderEliminarA veces, los animales grandes como nosotros, aprendemos de las plantas nos alejamos del que nos cuida demasiado.
¡Qué bien el punto y coma!
¡Qué bien el "orientárseme"!
Bueno amigos, lo bueno de estos cuentos es que cada uno se retrata, al menos como lector. Me han gustado mucho vuestras fantasías, me he reído mucho.
ResponderEliminarGracias por vuestra disposición a jugar.
Un abrazo.
Pues yo creo que las plantas están celosas y se disponen a actuar.
ResponderEliminarMuy original, Jesus. Estás imparable. A ti no hace falta que te abonen!!
Un beso enorme.
Ella las mima y ellas corresponden. ¿Qué harás tú?
ResponderEliminarYoSabina
Creo que ellas se han dado cuenta antes que la cuidadora, de que el relator esta enamorado de quien las cuida.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola María, YoSabina, TR:
ResponderEliminarLa verdad es que le echáis mucha imaginación. Creo que sois mucho mejor lectores que yo escritor.
Un abrazo.
Muy sutil y sugerente.
ResponderEliminarUn saludo
Norberto
Hola Norberto:
ResponderEliminarEs un honor y un enorme placer verte por mi blog, y más aún que hayas dejado unas palabras. Desde que encontré a tu Capitán Seymour Sea en la antología Perturbaciones he buscado más cuentos tuyos.
Es lo que tiene internet. Un escritor como tú, de visita por el blog de un don nadie, jejeje!
Enfín, será un placer verte por aquí si tienes tiempo y ganas de pasarte de vez en cuando.
Un abrazo.
Hola Jesus:
ResponderEliminarEs interesante observar como la narración se contagia de la levedad del objeto del que se ocupa, aunque en la frase final indica que la pasión está por precipitarlo todo.
Supongo que el protagonista tiene un incofesable pasado de vegetariano radical, que las plantas lo saben, que su mujer conoce, además, los secretos de su botanofilia y, dado que su matrimonio está pasando la crisis de los ocho años, ha decidido que quizá haya que probar con la orgía vegetal... y si no siempre le quedará la maceta para dejarlo plantado y marcharse con algún gladiolo zumbón.
salut,
hugo
Jo,jo,jo... me encanta!!!
ResponderEliminarMe divierto con el microrrelato y con los comentarios. Un saludo a todos.
ResponderEliminarLa verdad, Oscar, es que en esta entrada son tan importantes los comentarios como el relato en sí.
ResponderEliminarGracias por la visita.