Creo que es una buena idea despedir al doctor Frankenstein el mismo día que cumple los cuatro años. La despedida era ineludible, ya los últimos doce meses han sido un pequeño sinsentido, un empeño muy frankensteniano de negarse a desconectar a un paciente terminal.
Sólo me queda agradeceros a todos vuestras visitas y comentarios con los que habéis dado vida al monstruo y pediros una breve oración por su alma.
Pues hasta siempre, Doctor. Me quedo con Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me niego a aceptar la desconexión del paciente. Este es un blog importante, al menos para mí, y su desaparición sería una gran pérdida. Sí que lo has tenido abandonado. Como otros. Dale un poquito de tiempo, róbaselo a otros medios de Internet. Si tú quieres, puedes. Sólo eso, quererlo.
ResponderEliminarAbrazos llorones.
Ha sido un auténtico placer, don Jesus. Sin blogs como este, algunos de los que hemos venido después no hubiéramos acabado de llegar nunca.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y toneladas de suerte.
Desde luego, vamos a echarte de menos "a este lado".
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Jesus, y feliz andadura
De haberlo sabido, no hubiera estado en el dique seco durante el año pasado para haberte disfrutado más.
ResponderEliminarSuerte en todo, maestro de las palabras.
Anna Jorba Ricart
Allí va mi esperanza de disfrutar de tu retorno, Jesús. Sólo me queda decir que deseo que sea para bien.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Echaremos de menos al doctor, seguro.
ResponderEliminarSiempre nos quedará Jesús (Esnaola)
NO sé si el enfermo se ha tragado mi comentario.
ResponderEliminarDecía que lo echaremos de menos, pero siempre nos quedará Jesús (Esnaola)
Opino como Lola Sanabria, me niego a aceptar la desconexión del paciente...
ResponderEliminarFue hace cuatro años cuando entré a este blog y no me animo a aceptar que desaparezca.
Perdónale la vida, Jesus.
Así se hará, Jesús, sabedor de que los espacios siempre terminan y que lo que perdura es lo trasmitido.
ResponderEliminarSaludos de bien apagado el "desfibrilador"
No me parece mal cerrar una bitácora. Si uno considera que ha llegado el tiempo para eso. Nos dejas con una cierta nostalgia.
ResponderEliminarTe deseo suerte en tu andadura.
Un abrazo
Nos vemos en otras reencarnaciones, Dr Frankenstein. Un abrazo Jesús.
ResponderEliminarNo estaba muerto, estaba de parranda.
ResponderEliminarGracias, Jesus.
Un abrazo.
Buena suerte, Doc.
ResponderEliminarEs tiempo de engendrar.
Abrazos de alta tensión.
Oh, no... Yo que ahora entro tan poquito... y me encuentro con un funeral. Qué disgusto, Jesus. Nos seguimos leyendo, espero.
ResponderEliminarBesos curativos
No me importa. Sé que harás más cosas. doctor, con los trozos.
ResponderEliminarSí echaré de menos el blog en el que muchos nos hemos apoyado, pero me quedo con el amigo, el escritor, sus libros y el turismo de madrugada.
Abrazo
Gabriel
Hasta luego Jesús! Un placer haber leido tu blog. Un abrazo desde Caracas.
ResponderEliminarCarolina Rangel
Yo te digo como Andrés: te veo en próximas reencarnaciones...
ResponderEliminarEste blog es de los primeros blogs que visité junto con el de Manu, Lola, Hugo...Mucho cariño.
Recuerdo cuando el fondo era negro.
Muxuk!
El mío está durmiendo, no sé si en espera de reencarnarse o de domir el sueño de los justos. De momento soñando...
Desde luego, a unos cuantos el doctor nos ha servido de mucho y creo que, como yo, se sentirán en deuda con él. Arrojo mi puñado de tierra con el mayor de los respetos a tu decisión.
ResponderEliminarNos vemos en el mundo real. Un abrazo,
D.
Yo también estoy un poquillo tocado, así que te entiendo muy bien... Seguro que tienes otro proyecto in mente. Un abrazo, Jesús
ResponderEliminarEs una pena, Jesús. Recuerdo como buena costumbre asomarme por aquí y disfrutar de minilecturas. Ahora me pasaré a las "Micromierdas" pero el monstruo se hizo querer.
ResponderEliminarUn abrazote