24 febrero 2011

Ignorancia

Me cruzo con ellos y ni me doy cuenta, incluso me paro y les digo lo hermoso que es el bebé, lo parecido al padre que ha salido. Ella, turbada, él me ofrece su mano flaca, puntiaguda.
Su contacto me transporta a un par de días atrás y los imagino mientras salen de la maternidad con el bebé, sonriendo estúpidamente como padres primerizos; aunque adivino, al trasluz, algunos de los signos de su depravación.
Rodeo su garra, que aún estrecho, con mi mano izquierda y voy un poco más allá, unas pocas horas, y huelo la humedad de los pasillos del sótano de la maternidad, oigo los sonidos que salen de sus bocas hendidas, puedo verlos alargando las manos huesudas en pos del bebé que trae una monja , un bebé que, sujeto por los pies, boca abajo, alzado como se alza un trofeo, llora sabedor de su destino. 
Suelto su mano asqueado. La mirada de ella es huidiza. La de él retadora.

21 comentarios:

  1. Sin ponerlo en relación con las noticias publicadas cuesta llegar.

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  2. Además de contar la historia (drama) real que no suele contarse, me impresiona la manera de diseccionar la personalidad de los supuestos padres con un par de pinceladas certeras. Y como en el último instante – esto es una percepción muy personal – la salvas a ella. No me sorprende la actitud desafiante de él, pero me inquieta mucho esa redención.

    Abrazos, Jesus.

    PD: Creo que el texto tendría también pleno significado aún sin conocer la noticia.

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  3. casi escalofriante y por qué no decir dramático, pero excelente en su trasfondo.
    Un abrazo.

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  4. Así lo espero, Agus, si es demasiado esclavo de la noticia he fallado. Sin embargo está claro que la actualidad nos facilita un código que proporciona una interpretación muy precisa del texto, quizá demasiado.
    Por cierto, hoy Valls da una charla en el ateneo, no sé si podrás acercarte. Si lo haces, he quedado con un par de colegas blogueros a las 18:30 en el bar del mismo ateneo. Por supuesto que hago extensible la invitación a todo el que se encuentre esta tarde por Barcelona.

    Un abrazo.

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  5. Un relato pegado a la actualidad y narrado con la pericia que te caracteriza. Un abrazo, Jesus.

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  6. Espeluznantemente bueno, Jesus. Por supuesto que funciona sin la noticia. Espero poderme pasar por el Ateneo esta tarde.
    Un abrazo.

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  7. Desconozco de cuál noticia hablan.
    El micro funciona si ella porque igual desgarra.
    Sabiendo, como ahora sé, que es tu particular visión de un hecho real, es aún más doloroso.

    Un abrazo

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  8. memoria histórica, niños robados, Egipto, Libia...
    se nos cae el mundo a pedazos

    un abrazo

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  9. Como otros, no sé a qué noticia concreta está pegado tu micro; pero puedes estar seguro de que funciona por si mismo, de que no pierde fuerza, ni un ápice.
    Un saludo.

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  10. El trajecito de realidad que lleva el micro es de bebés robados durante el franquismo y primeros años de la Transición. Pero me alegro mucho de que no haya quedado demasiado ajustado.

    Abrazos

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  11. Lo he leído sin recordar para nada la noticia y sólo al leer el primer comentario he caído en esto. He sabido de alguien que le pasó y que ahora está reclamando... que mundo más triste.
    El detalle de la mano es brutal, mano afilada, garra. Me han dolido es@s niñ@s robad@s.
    Un abrazo

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  12. Llevo semanas intentando escribir un micro sobre este tema, pero no me sale, y en vista de lo bien que te ha quedado a ti, desisto. Me gusta la forma en la que lo has planteado, y de hecho, el micro no es esclavo de la actualidad.

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  13. Coincido con Agus en lo sorprendente de salvarle a ella, pero me gusta. He vuelto atrás, mosqueado por lo de la mano izquierda, y he descubierto que a ella no la perdonas tú, sino el título. Luego vuelvo a la mano izquierda y compruebo que la izquierda no es la que estrecha, sino la que rodea, y la que ayuda, con más contacto, a ir más atrás en el tiempo.
    ¡Qué gozada que a veces nos pongas esos escalones!
    Felicidades admiradas.
    Dale luego un abrazo a David.
    Gabriel

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  14. Angustioso, la verdad es que no lo he relacionado con la noticia, pero la sensación que he tenido es la misma, que cuando la oí, tuve una necesidad imperiosa de abrazar a Maider. Zorionak y muxuk, qué pena no estar en Barcelona y poder conocer a tus colegas, un abrazo para todos.

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  15. He vuelto a leerlo para buscar si a ella se le perdonaba, ¿por qué? por tener la mirada huidiza? mmm no sé. El relato me ha estremecido. Creo que se entiende sin la actualidad pero que cobra fuerza con ella.
    Saludillos

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  16. Hola Jesús.
    Estoy de acuerdo con Puck, tanto en que se entiende pero se nutre de lo que acabamos de oír, como en que a la "madre" no se le quita toda la culpa. Tiene la -digamos- decencia de avergonzarse, pero la mirada huidiza indica que sabe lo que está haciendo. De cualquier modo, te ha quedado perfecto, de los que perduran.
    Un abrazo

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  17. Bueno, yo no pretendí perdonarla, más cargarla de culpabilidad, de vergüenza. El, sin embargo, nada sabe de ese tipo de sentimientos.

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  18. Excelente Jesús. No hace falta tener antecedentes, porque se entiende perfectamente.
    La diferencia entre las miradas del hombre y la mujer, también cuenta una historia. Me gustó!
    Saludos!

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  19. Ignorancia. Dificil no saber de donde viene uno y también ignorancia para dejarse llevar por semejante robo. Cuantas veces por encima del bien y del mal. Cuanta soledad tiene la gente para hacer algo tan atroz. El dinero siempre busca trofeos. Lo malo es que la sangre suele pasar del dinero e intuir el secuestro. ¡Menos mal! Jesús, tal vez sea interesante saber que opina ese futuro ser cuando crezca de la familia que por un lado le rapto, pero que por otro le cuido con cariño. Un verdadero cortocircuito. Quizás en otro micro.

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  20. Yo no sé nada de ninguna noticia. Pero sé perfectamente de este micro. Se cierne, con suma velocidad, sobre varios temas inquietantes: el rapto, el dolor, la percepcion ultrasensorial, el desafio, y no cae sobre ninguno de ellos: los contempla y permite imaginar su tamaño. Esnaola cien por cien.
    Un abrazo,
    PABLO GONZ

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  21. Hola Jesus:

    Tarde, como casi siempre.

    Dos o tres cosas:

    Primero, creo que aquí no se salva nadie ni siquiera el narrador que acaba casi renegando de su contacto con la pareja. La ignorancia nunca absuelve, sólo es vana excusa.

    Después, creo el texto funciona bien en un plano simbólico: la mutación de la mano de él, la monja enarbolando el niño -que más parece que trajera un conejo que a ún ser humano- la formalidad paternal-maternal de la pareja.
    En el plano referencial la anécdota, el suceso, el aspaviento periodístico -ya, ya lo sé, poca anécdota con el asunto que fue una tragedia para quién lo vivió y de eso sabemos un rato los del otro lado del charco-, aquí pinta poco y su influencia es casi tangencial.
    Ahora bien,lo referencial como apunte de lo real creo que es subsidiario de lo simbólico y poco más. Quizá lo que proporciona una buena auta de la "ignorancia" es el esfuerzo formal de la pareja. Y será el niño, a la postre, el gran ignorante.

    Hay un par de observaciones morales del narrador que quizá podrían torcer excesivamente una interpretación que poco o nada pintaría en el texto.

    Buen micro, por ahí va la cosa, ya me conoces.

    y me voy para La Mesilla.

    salut,
    hugo

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