Los
filtradores han extraído esta mañana a dos senken que
viajaban en el mismo vagón que yo. No me he dado cuenta de lo que
ocurría hasta que los senken han comenzado a gritar y
patalear; los agentes de filtro prefieren la discreción siempre que
es posible, pero esta vez no han podido evitar llamar la atención.
Después, con sólo el traqueteo de fondo, los pasajeros hemos podido
ver el terror en nuestros rostros; habíamos viajado con dos senken
sin saberlo, sin siquiera haber notado qué los diferencia de
nosotros.
Efectivamente... da mucho miedo, pero no de los senken, tampoco de nosotros.
ResponderEliminarNo hay nada peor que mirar o iluminar con una linterna un espacio e intuir que al lado, fuera del campo de visión, hay algo o alguien acechando. Justo como has hecho en el texto. Muy bueno
Reitero aquí la opiinión que ya te había dado, Jesús. Un micro excelente.
ResponderEliminarUn abrazo,